Maneras de dormir

foto: http://saludsuperior.blogspot.com/

Antes dormía de medio de lado, con un brazo debajo de la almohada. También hay gente que duerme en posición fetal (acurrucado) o en posición de caída libre (con los brazos y piernas extendidos), pero yo he sido más nostálgico. Últimamente no puedo elegir cómo duermo. Parece que me he tragado un cable, ya que, sin darme ni cuenta, adquiero una posición que adoptaría uno al dormir. Es decir, los brazos y las piernas se me enredan unos a otros. Los brazos se me adhieren al cuerpo pegajosamente contorneándolo. Las manos se colocan debajo del cuerpo o de los brazos. Las piernas, a su vez, serpentean la una a la otra. Los desenredo en medio de la noche y al minuto acabo con mis extremidades perdidas en si mismas otra vez.

He estado buscando en varias webs, a qué es debido esta extraña manera de dormir, pero no he encontrado ni la mención de alguna postura parecida. Ya sé que yo soy peculiar, pero seguro que hay alguna explicación a este misterioso efecto. Como siempre, top 6 razones:

Primera. Mi vecino de abajo está cambiando de instalación de electricidad. Justo en la habitación de abajo, ha dejado unos rollos gigantes de cable, que al estar concentrado en ese punto, me ha contagiado sus propiedades.
Segunda. No siento el frío. Mi cuerpo se queda congelado mientras duermo, pero yo no me entero, en cambio el cuerpo si lo siente y se protege del frio, pero el conector a mi cerebro para que me alerte del frío falla.
Tercera. Mi subconsciente piensa que tengo un bolsillo, un pliegue en la piel, que es donde hay escondido un billete de 500 euros, pero no lo encuentra.
Cuarta. A las extremidades de mi cuerpo no les gusta mi nueva rutina de ejercicios cuando me levanto, así que se esconden para que me entre la vagancia y no quiera hacerla.
Quinta. En protesta por extraer recientemente una muela de su plácido lugar en la mandíbula, el cuerpo está de huelga.
Sexta. Duermo en un tatami japonés, que probablemente esté hecho cerca de Fukushima.