Con las manos

"Pasillo 6-24". Cojo un poco de carrerilla y salto encima del carrito cargamuebles. Estoy a punto de estamparme contra el 6-22 y me bajo y freno con los pies antes de que sea demasiado tarde. Mi acompañante se ríe mientras viene hacia mi. Al llegar a mi altura, me abraza mientras nos damos un beso. Juntos cargamos la pesada caja llena de partes de sifonier o sinfonier o chifonier, que no cómoda. El carro empieza a desviarse hacia la izquierda, así que arruina mis carreritas por el gigantesco almacén. Llegamos a la caja y nos tenemos que cobrar nosotros mismos. Hay un chaval de la tienda, pero anda ocupado con unos señores mayores que no les funcionan los cupones.

Por fin llegamos a casa y nos disponemos con el montaje. Todo es seguir las instrucciones llenas de minitareas y utilizar unas herramientas básicas. Acaricio sus labios mientras termina la estructura y me dispongo con los cajones. Enrosco un tornillo con el destornillador en la tabla frontal, inserto un taco en una tabla lateral y los encajo. Lo mismo con el siguiente lateral. Y la parte de atrás. Me enfrasco con el siguiente, y para cuando me doy cuenta la parte de mi cerebro educada para acometer tareas repetitivas entra en marcha y sin pensar voy montando uno tras otro.

Ahí está terminado. Un cajón está un poco torcido y tiene un golpe en un lateral de un martillo desbocado y no se si pega bien con el resto de muebles o mi daltonismo me ha vuelto a jugar una mala pasada. Aún así, la contemplamos con orgullo. No hay nada como lo que has hecho con tus propias manos. Es como en los restaurantes de comida rápida en los que te sirves tu mismo. Juegan con esa satisfacción de lo hecho por uno mismo. La satisfacción que te hace olvidar que tiene la menor cantidad posible de sucedáneo de madera para que no se caiga. Que te hace olvidar que probablemente muchas empresas familiares tendrán que cerrar por esos grandes almacenes. Que te hace olvidar que posiblemente a la larga no es sostenible redecorar tu casa cada dos años. Que te hace olvidar que la empresa quizás tenga prácticas poco éticas. Pero es tu puto sinfonier o como se llame.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"voy a morir.. te quiero"

Pasatiempos 2