Tú

Por fin hoy es el día. Siempre que te veo charlamos un buen rato y nunca te lo digo. Pensé que me dejaría por un día de tonterías y te lo diría. Te diría que si, que me caes bien, que me gustas vamos, que ya sé que lo sabes pero necesitas oírmelo decir. Que desde que te conozco un poco siempre me has gustado y me gustaría pasar más tiempo contigo. Que siempre me ha gustado esa actitud tuya un poco pasota, de chaqueta de cuero, pero inteligente. Cómo resoplas cuando te quejas. Esa sonrisa evasiva que es tan difícil de obtener y que por eso me encanta. Esa capacidad que tienes para sorprenderme cada vez que te veo. Esa manera con la que caminas como olvidándote de tus pies. Pues ya está, que me gustas, ya te lo he dicho.

Así que me miras con ese desdén típico tuyo de encima del hombro, cómo diciéndome "A buenas horas..". Así que te digo que "Lo siento, por el tiempo perdido, pero tenemos todo por delante". Frunces un poco el ceño y me miras a los ojos, pensando por un momento que soy un imbécil. Los ojos lo dicen todo. Tus ojos empiezan a temblar, como si estuviesen hechos de agua, casi como si se fueran a deshacer sin pretenderlo. Por fin conozco tus labios. Nos sumergimos en el beso que detiene el continuo espacio-tiempo recuperando todos esos besos sin dar. Me aparto un poco y contemplo tu cara, cada detalle, y esa sonrisa imposible, esa belleza escasa, que podré contemplar cada vez que vuelva a verte y de la que nunca hay suficiente. Así que me incorporo.

Pierdo la ubicación un momento. Estoy en mi cama. Me cuesta cerca de un minuto saber donde estoy realmente. Sí, estoy en mi colchón de lana sobre mi tatami. Ha sido todo tan intenso, que posiblemente tú estabas soñando lo mismo, que yo por fin te lo decía, y nuestros cerebros crearon esa interconexión. Me levanto arrastrándome hasta el baño y me lavo la cara. Te veo un momento reflejada en mi espejo, mirándome. Me coloco bien las gafas y ya no te veo. El día es un mero trámite hasta volverte a ver. Lo paso durmiendo, hasta que por fin, a la noche, puedo volver a la cama y volvértelo a decir, volverte a decir que me caes bien..