Ideas
Cuando empecé con las ideas y la creación, en mi idealismo, mi propósito era hacer algo completamente original. No recoger ideas de ningún sitio, no hacer nada que estuviese ya hecho. Pero eso es más facil decir que hacer. Con el tiempo, me di cuenta que era imposible, que la aproximación más sencilla era modificar algo ya existente, o combinar varios elementos que ya existen. Subconscientemente siempre partes de algo que ya has visto en algún sitio, por mucho que intentes evitarlo. Cualquiera de los procesos, llevados correctamente, suponen gran y largo esfuerzo. Por supuesto, al final del mismo te sientes realizado, e identificado completamente con tu idea, que tu mismo, o con un equipo, has desarrollado. Por medio de nuestra naturaleza posesiva, tomamos dominio de la idea, e incluso la registramos. Muchas veces no somos lo suficientemente humildes para reconocer que la idea puede estar ya hecha, o le puede haber surgido a alguien hacia la misma época en el otro extremo del planeta.
Lo creamos o no, podemos entrenarlo más o menos, pero a todos nos funciona el cerebro de la misma manera, sigue unos motivos desconocidos a la hora de aproximarse a algo, pero siempre iguales. Por eso, por mucho que nos intenten contar que somos personas, individuos; en realidad somos una comunidad, la idea ha sido generada por tu entorno, por tu culturalidad, por tu condición humana y es normal que la globalidad tenga ideas que se repitan. Así que lo lógico es pensar que tu idea ya se le ha ocurrido a alguien antes que a tí, aunque quizás haya tenido distinta suerte aplicándose. Lo posesivo, los copyrights, las marcas, no tienen sentido, las ideas son sociales. Los copyrights solo tienen sentido para esas comunidades que se llaman empresas, donde el trabajador pone todo su conocimiento en pos del bien común de su pequeña comunidad.
Y siempre hay jefes ¿no? Por muy comunidad horizontal, siempre hay alguien que tiene que decidir, que nos diga lo que tenemos que hacer, por que al pensar como individuos, no como comunidad, no nos ponemos de acuerdo, solo defendemos nuestros intereses personales, así que el jefe nos pone de acuerdo implantando los suyos propios. Volvemos a casa con las historias de gente única, no como nosotros que estamos esclavos, ellos son libres de las ataduras y eligen los productos que quieren, y son los dueños de sus propias decisiones. Son los rebeldes del sistema que al final son los que hacen dinero y se vengan comprándose un chalet con piscina y un aeroplano personalizado. Los que te llaman a que te unas a su causa, a luchar por el bien común, el suyo. "Yo también era como tú, hasta que me forré, por que tuve una idea, ahora soy dios".
Lo creamos o no, podemos entrenarlo más o menos, pero a todos nos funciona el cerebro de la misma manera, sigue unos motivos desconocidos a la hora de aproximarse a algo, pero siempre iguales. Por eso, por mucho que nos intenten contar que somos personas, individuos; en realidad somos una comunidad, la idea ha sido generada por tu entorno, por tu culturalidad, por tu condición humana y es normal que la globalidad tenga ideas que se repitan. Así que lo lógico es pensar que tu idea ya se le ha ocurrido a alguien antes que a tí, aunque quizás haya tenido distinta suerte aplicándose. Lo posesivo, los copyrights, las marcas, no tienen sentido, las ideas son sociales. Los copyrights solo tienen sentido para esas comunidades que se llaman empresas, donde el trabajador pone todo su conocimiento en pos del bien común de su pequeña comunidad.
Y siempre hay jefes ¿no? Por muy comunidad horizontal, siempre hay alguien que tiene que decidir, que nos diga lo que tenemos que hacer, por que al pensar como individuos, no como comunidad, no nos ponemos de acuerdo, solo defendemos nuestros intereses personales, así que el jefe nos pone de acuerdo implantando los suyos propios. Volvemos a casa con las historias de gente única, no como nosotros que estamos esclavos, ellos son libres de las ataduras y eligen los productos que quieren, y son los dueños de sus propias decisiones. Son los rebeldes del sistema que al final son los que hacen dinero y se vengan comprándose un chalet con piscina y un aeroplano personalizado. Los que te llaman a que te unas a su causa, a luchar por el bien común, el suyo. "Yo también era como tú, hasta que me forré, por que tuve una idea, ahora soy dios".
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