2012
Que manía tenemos los humanos en dividir todo en partes más pequeñas y clasificarlas. El gran océano, lo tenemos que dividir en varios océanos y mares. La tierra la tenemos que dividir en continentes y países. El tiempo lo tenemos que dividir en siglos, en años, en días, en horas, minutos y segundos. Separarlo todo mentalmente en la cabeza. Atrapar el aparente infinito tiempo y hacerlo finito, subdividirlo para sentirnos que podemos dominarlo. Es como te tratan muchas veces algunos, te parten en pedazos más pequeños para poder dominarte mejor. Te parten en cachitos. En pequeños anecdóticos fragmentos cada vez más pequeños. Te reducen a un bolsillo, a una boca, a una cucaracha, a una bacteria, a una neurona. Luego te dicen que no eres nada. Que comparado con la inmensidad del infinito que se vislumbra desde el hubble, no eres nada. Que da igual las misiones tripuladas que se envíen a marte, a todas las atacará una especie extraterreste que está durmiente en el subsuelo, una antigua civilización a la que su propia codicia y amplia inteligencia indujo hasta la autodestrucción. Entonces ya no te quejas, y no rechistas, no dices nada, no eres nada.
Comentarios
Publicar un comentario