Cuento de Navidad


Había una vez un niño abandonado que vivía en las calles de la gran ciudad. Recogía latas y con ellas confeccionaba ceniceros que luego vendía en su esquina. Estaban dispuestos en una sábana para salir corriendo en cuanto llegase la policía, de lo contrario la policía le confiscaba los ceniceros. Pasaron una ley anti-tabaco, así que los viandantes no compraban muchos ceniceros. El niño comenzó a hacer muñecos con las latas en vez de ceniceros, y volvió a tener para un par de hamburguesas. Unos pocos meses después, el gobierno aprobó una ley del reciclado de latas. Por cada lata devuelta, daban 10 céntimos. Las personas dejaron de tirar latas a la basura y el niño ya no tenía con qué hacer sus muñecos, así que volvió a simplemente pedir. Puso un cartel que leía: “Tengo 10 años y no tengo para comer, una limosna, por favor”.

El día de nochebuena, nevaba y hacía frío. El niño se encontraba acurrucado debajo de su manta. Un hombre alto y con barba canosa le dejó diez céntimos en el platillo mientras observaba el cartel. El hombre, emocionado, le pregunta “¿Y que quieres para comer?¿que te traigo? Al fin y al cabo hoy es nochebuena”. El niño asomó sus ojos de entre la manta “¿De verdad?”. “Si, de verdad, ¿que es lo que quieres? Mejor dicho, puedes pedirme cualquier cosa que quieras, me ha conmocionado tu cartel”. El niño se quedó pensativo unos segundos, le pidió su deseo al hombre. “¿Seguro que quieres eso? Piénsalo bien”, dijo el desconocido. “Si señor, por favor”. “Está bien, mañana por la mañana te lo haré llegar”.

El día de navidad, a eso de las nueve de la mañana, apareció un camión de entre la niebla que todavía persistía y se detuvo en la esquina del niño. El niño emergió de entre el cartón y mantas que había instalado para pasar la noche. Se bajó la ventanilla del camión: “me han dicho que deje esto aquí”. “Sí, es aquí señor” dijo el niño saltando, “abra el camión por favor”. El conductor bajó del camión y abrió el remolque. Allí estaban todas. Todas las latas que cabían en un camión.

Elegid bien lo que deseáis. Feliz Navidad.

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