En itinerancia
Estaba viendo en una web fotos de las cabañas de trabajo que algunos escritores poseían en el jardín de su casa. Es típico de un escritor recluirse en un reducido espacio donde puede aislar todas las ideas que tiene en la cabeza de otros pensamientos y así ser productivo. A mi me pasa lo mismo pero diferente, cuando mejor escribo es cuando estoy en itinerancia. Es decir, cuando estoy confinado fuera: en un tren, en un aeropuerto, en una cafetería solitaria de una ciudad extraña. De cierta manera esos lugares me aíslan, hacen que me olvide de lo cotidiano y mi escritura fluya. Por eso, para escribir mi inminente libro necesito que alguien me pague una vuelta al mundo. Está bien, a cambio le regalaré un ejemplar firmado con mucho aprecio. ¿Alguien? El problema es que planeo escribir varios libros, y claro, una vez que ya has dado la vuelta al mundo, no hace el mismo efecto. El lugar donde vas ya se ha mancillado como lugar único. En definitiva, creo que solo podré escribir un único libro. Quizás, si condenso todas las ideas en una puedo escribir una especie de "biblia" de relatos largos que..
Comentarios
Publicar un comentario