Llorando


Soy un optimista. Un optimista por antagonismo. En mi esfuerzo por hacerme diferente a lo demás, me encuentro en la desgracia de que tengo que ser optimista. Quizás también porque da cuerda a la parte inocente que tengo en mi mente que piensa que todo es posible. Hoy mismo estaba hablando con un amigo sobre países que habían sido invadidos por varias civilizaciones distintas, territorios disputados que han pertenecido a diferentes dueños en los cortos 100 años de siglo XX. Dichos países eran estratégicos, o simplemente "estaban en medio", lo que les hacía víctimas propiciatorias de cualquier revuelta o personaje con afán de conquistar.

Y allí siguen dichos territorios, con gente viviendo dentro de sus fronteras, a pesar de estar en el disparadero. Economías rotas, que han vuelto a resurgir. Sin conflicto no hay crecimiento. Existe también la expresión de que no se puede hacer una tortilla sin romper unos huevos, pero me molesta, no sé que tiene. La cáscara del huevo rompiéndose a cámara lenta contra el borde de la encimera de mi cocina me produce una sensación extraña y violenta.

Se habla de que se aproxima una "tormenta perfecta" que todas las economías caerán y nos quedaremos sin lo que pensábamos que nos pertenecía. Un gerente de un banco comentaba que tendríamos que volver a los pueblos para vivir de nuestras huertas ya que no habría economía. No me quito de la cabeza la imagen que vi hace poco definiendo la situación como "la orquesta del titanic", que sigue tocando mientras el barco se hunde. Esta vez la humanidad se ha pasado en su afán de riquezas y se le ha roto el juguete que es la economía.

Ahora en serio. De verdad. Levantad la mano los que pensabais que el mundo estaba ya arreglado y que no hacía falta hacer nada, nunca más. Antes era mucho más facil. Era culpa tuya, así de simple. Habías hecho algo malo por alguna peregrina razón y Dios te castigaba. Ya está. Sin más. Ahora también es culpa nuestra, por mucho que digamos que han sido "especuladores", "chantajistas", "políticos".. nos hemos de mirar a nosotros mismos y pensar que les hemos estado dando alas. Nosotros hemos aceptado comprar hipotecas a 40 años, hemos ratificado a políticos de comprobada corruptividad, hemos participado de burbujas financieras para ganar dinero rápido, invirtiendo como locos en la bolsa, en la construcción y, lo último, en internet.

Ahora nos damos cuenta que nos habían timado. Que el dinero rápido que prometía el tipo ese que hemos encontrado en la calle si le adivinabas donde estaba la dama de corazones no era tal. El juego estaba amañado para que siempre ganase él. Y le decimos "vale, vamos a volver a jugar pero sin que marques las cartas".  Todavía nos consume la avaricia, los anuncios de televisión que nos ofrecen un coche de gama alta para mejorar nuestro estatus social, el móvil que hace que no parezcamos unos imbéciles por no comprarlo, el querer tener cosas sin pagar por su valor por que nadie te va a decir nada, pedir créditos para ir de vacaciones, pedir créditos para pagar créditos..

Así que ante el panorama, la gente está asustada: "Arresten al timador inmediatamente". Pero resulta que los que tienen que arrestar al timador también estaban jugando a buscar la dama de corazones. No sabemos que hacer, y tenemos miedo a perder nuestro coche, nuestro móvil..

Pero pase lo que pase, la verdad, no tiene importancia, yo por lo menos, no pienso dejar que me arruinen el día, me conformo con tener un poco de café todas las mañanas.

Comentarios

  1. Siempre nos quedaran los bancos de tiempo, la que para mi será la moneda del futuro y con esa no se podrá especular. ( o igual sí...) Me ha gustado el post. Un saludo. Patxitaxi

    ResponderEliminar
  2. Estoy muy de acuerdo contigo, hay un deporte nacional ya que consiste en buscar un chivo expiatorio. El caso es no hacer autocrítica y pensar que, en el fondo, hemos vuelto a caer en la tercera o cuarta mano de los tahures, que nos dejaron ganar las dos primeras para, como han hecho toda la vida, marcharse con el dinero y dejarnos con cara de tonto.

    Y, mientras, nosotros, a buscar a quien cargarle el mochuelo.

    Un saludo, Celestino Martínez.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por vuestros comentarios ^^

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"voy a morir.. te quiero"

Pasatiempos 2