La espera


Esperando. A veces esperamos. Esperando ¿a que? Miras el despertador. Puedo despertarme un poco más tarde no importa. Esperas en la cama. Después de un rato te levantas y recibes una larga ducha. Sales, te secas, te vistes. Observas el teléfono móvil. No vibra. Ni mucho menos suena. Esperando. Enciendes el televisor. Gente hablando sin cesar. ¿Por que chillan tanto si les puedes ver? La televisión a veces parece una radio grande. Solo usa la imagen para enseñar tetas y cuando no le dejan, escotes. Apagas el televisor y miras el reloj. Solo han pasado 10 minutos. Vaya, parece que tienes la casa llena de polvo, mejor ponte a limpiar un poco. La cocina, la habitación, las ventanas.. listo. Te vuelves a sentar. El tiempo pasa despacio. Las llaves y sales afuera. Hay que estirar las piernas. Tampoco es estar todo el día en casa. Aunque andes, sigues esperando. No se sabe el qué. Una visión. Una señal. Personas que esperan una señal. No, tú no crees en las señales. Claro, las cosas pasan por que sí. Sigues esperando. Hora de comer. Vaya, la comida. Prepara la comida. Come. Túmbate un poco en el sofá. Típico de después de comer. Ahm, una película, la ves empezar. El tiempo vuela cuando ves una película hasta el final. Miras el inmutable teléfono de nuevo. Esperas ¿Llamas, no llamas? Mientras vas a mirar un poco internet: Facebook y tal. No hay actualizaciones. Resoplas y te vuelves a acoplar al sofá. Mejor leo un poco. Tienes casi todos los libros a medias. Sigues uno pero no te acuerdas de que iba. Te pierdes. Cierras las tapas. Te quedas pensativo. Tenías que hacer algo pero no te acuerdas muy bien el que. Mmm. Espera. Ya sé, no eso no. Miras el móvil inmóvil. Casi ya es hora de la cena. Miras la despensa y está vacía. No hay nada. Unas latas de atún y pan de molde. Esperabas encontrar algo que no había. No te apetece hacer nada. Recuerdas un sitio que preparan grandes bocadillos. Espera, no ese no. Para eso ya preparas unos sandwiches de atún, que no has hecho nada en todo el día. Cenas, mientras observas el Facebook y el móvil. Quizás veas una serie después de cenar. Así que se hacen las 12 enseguida. Espera. Seguro que tenías algo que hacer. Ya no da tiempo de hacer nada de todos modos, así que mejor ya mañana decides.

Suena el despertador. Lo apagas y esperas. ¿Sales de la cama o te quedas otro rato? No, mejor esperas. No hay prisa, solo tienes que esperar.

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