Duelo a muerte al anochecer en OK Gasteiz
La lluvia empieza a arreciar, así que, buscando el resguardo de los edificios, camino pegado a ellos, protegido de la mayor parte de la lluvia por la cornisa salvadora. Doy la vuelta a una esquina y diviso una señora mayor con su paraguas caminando en sentido opuesto al mío por mi cornisa.
La señora me ve como me aproximo y de repente se le iluminan los ojos y se aferra con más fuerza a su paraguas, casi lo parte en dos. Reclama el camino seco para ella, a pesar de ir ya cubierta de la lluvia por su paraguas. Eso es algo que yo no puedo permitir. Adelanto en mi MP3 un par de canciones hasta que encuentro la adecuada y me aproximo con paso firme en dirección a la señora. Empiezo ya a oler el perfume de señora mayor. No se que marca es, pero los frascos de ese perfume vienen en litros en vez de en mililitros.
No me dejo intimidar y me acerco más al borde del edificio, rozando mi chaqueta con la pared del mismo. La señora, en consecuencia, se arrima más también. El paraguas parece echar chispas cada vez que toma contacto con el edificio de piedra. Seguro que está hecho de metal fundido en el volcán de Mordor. Es un paraguas oscuro de modelo "saca-ojos", con unos ganchos al final de las barillas.
Estamos casi frente a frente y yo diría que empezó a llover con más intensidad y el cielo se volvía más y más oscuro. La señora me mira fijamente. El reflejo de las farolas hace que parezca que tiene fuego en los ojos. Piso con más firmeza el suelo e incremento mi velocidad a medida que nos aproximamos más y más.
Nos paramos abruptamente en cuanto ya no podemos avanzar más. Deja su lado junto al edificio desguarnecido así que hago el gesto de meterme por ahí, pero con una agilidad felina rectifica y se arrima hacia la pared de piedra tapando el hueco. En consecuencia giro hacia el otro lado. Momento que aprovecha para echarme a la lluvia como un hueso a los perros. No sé como esta señora no es futbolista, ¡que regate! Oigo los tacones de la señora alejarse poco a poco, mientras la lluvia me cala poco a poco. Resignado, vuelvo a poner Orange Island en mi MP3s mientras pienso en qué poner en mi Blog.
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