50 años de ciborgs
Se cumplen 50 años desde que Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline usaron el término ciborg para algo que mezcla lo cibernético (cib) y orgánico (org). Siempre nos fascina crecer en más que nuestro propio cuerpo perecedero. A veces me imagino cómo sería tener un brazo o una pierna cibernéticos. El frio metal que recorre tus nervios sensoriales. Mover la pierna sin sentirla. Tener el poder sobre algo que no eres tu.
En el fondo es solo una extensión del poder sobre las células de nuestro cuerpo. Queremos tener más y más poder. Dominar a las máquinas, dominar a otras personas. Pensamos que convirtiéndonos en ciborgs seremos más poderosos. Que oxidar el cuerpo con un brazo computerizado nos hará capaces de hacer más cosas.
Me recuerdan a los implantes de pecho o las liposucciones. ¿Realmente es alguien más bello por eso? Quizás en su medida sí, pero te hace perder humanidad, te hace perder la percepción de la vida, la imperfección, la diferenciación, la fragilidad. Cuando la ciencia nos convierta a todos en ciborgs, dejaremos de ser humanos.
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