Tarot



Charlatanes de medianoche. Buitres de la desesperanza. Canalizadores de inexactitudes. Sé que es mentira. Pero a veces me quedo viendo los teleprogramas de tarot a la noche como un tonto. Me hipnotizan. Sobretodo los ratos que no les llama nadie y se quedan mirando a cámara como zombies echando miradas de adivinos.

Me parece increíble que haya gente que llame. Como sigue habiendo gente que juega a los trileros y les timan con el tocomocho. Por no hablar de los horóscopos. Pero hablaré de mi única experiencia personal, en exclusiva para mi propio blog, con este tipo de gente.


Me llamaba la atención un pequeño local que había en Boston cuando vivía allí. Era la típica tienda sacada de las películas donde venden cosas misteriosas. Un edificio de sólo una planta de madera ajada, con el letrero de vidente que se movía al menor movimiento de aire.

Un día de lluvia veo a una chica por la calle con una carpeta gigante de estas de dibujo. Me pareció que era una chica que estaba en una de mis clases que estudiaba bellas artes. Para mi sorpresa la vi entrar en ese local misterioso. Mi curiosidad por aquel local aumentó considerablemente. No entendía que podría estar haciendo allí, la consideraba alguien medianamente inteligente.

Me decido, y al poco rato la lluvia me hace entrar. Me da un escalofrío cuando suena la manida campanilla de la puerta al entrar. Hay una pequeña salita con una mesa en la entrada. Oigo voces en la parte interior como de gente orando o haciendo alguna especie de ritual (satánico o no). Estoy por darme la vuelta cuando aparece una señora de pelo gris y amplio vestido. Me saluda y me pregunta que quiero. No me acuerdo que le dije, me imagino que me adivine algo o así.

La adivina me dice que eran nosecuantos dólares. Miro en el bolsillo y no tengo suficiente. Me faltaban unos pocos dólares. Me dice que está bien así. Me coge la palma de la mano, y me dice que soy confiado y bueno de corazón, y que vengo de muy lejos (bravo por pillar que no tengo acento americano). Y no me dijo mucho más. Más que no se que de que lo que yo buscaba no lo buscaba o no se que.

Después del número, sonrío falsamente conforme, me abrigo y me dispongo a salir, cuando me dice una última cosa: "he visto algo en ti" (?). Me comenta que ha visto en mi alma una maldición o algo oscuro y que me lo tiene que sacar (?).  Para tal fin, me pide que vaya con 200$ inmediatamente (la prontitud es muy importante). Que vaya a casa, los meta en mi bolsillo y vuelva con ellos, sin comentárselo a nadie (también muy importante). Le pregunto a ver de que va eso de los dólares. Me dice que no son para ella. Que son parte del ritual (?). Para que así pueda sacarme eso que ve. Me despido mintiendo, pensando que pasaría con la chica. En todo el rato no la ví salir. ¿sería la hija de la adivina? ¿le estarían haciendo el ritual del dinero en la parte de atrás?

Comentarios

  1. joer mikel que cosa cuentas mas curiosas y lo mas importante ¿hiciste lo del dinero?no se dicen que las meigas no existen pero haberlas hailas jajajajajajajajajajajaj

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  2. ya lo digo.. digo que me despedí mintiendo..

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