Párpados


No tenía párpados.
Solo veía,
Aún en la oscuridad.
Los míos ojos me engañan,
Los míos ojos me engañan.
Lo único que quería era tener párpados
Para poder cerrarlos profundamente.
Cerrarlos y no volverlos a abrir.
No los abriría ni aunque
Me dieses la mano,
Sobretodo cuando
Me dieses la mano
No los abriría.
Mi mano se extendería a tu encuentro
Y el dedo gordo comprobaría
Que es tu mano,
La mano que me da la mano
La mano que se convierte,
En arena cada vez que la toca
Y se escapa de entre los dedos.
Los dedos frustrados,
Se cierran sobre si mismos.
La palma de la mano empieza a sangrar.
La sangre baja por el brazo
hasta llegar al pecho.
Me intento limpiar,
Pero donde antes había corazón
Ahora no hay nada, está vacío.
Miento.
Si que lo hay.
Ahí está el viento del norte,
Por frío,
No por viento,
Ya que no se mueve.
Va saliendo por mi boca
Cada vez que hablo,
Pero no se acaba.
Nunca se acaba.
Ni aunque me des la mano.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Aquí abajo

Táctil

De Japón