Guiones

La vida sigue un guión.

Naces. Alguien te toca los mofletes. Eres travieso pero no hiperactivo. Pasas el colegio celebrando cumpleaños y viendo dibujos animados. En el instituto, empiezas a salir. Los primeros escarceos amorosos. Los profesores te caen mal pero te arrastras hasta la universidad. En la universidad te desmadras mientras intentas pasar por los profesores que te tienen manía. Acabas la universidad con medio hígado y un pulmón, un trabajo de becario y una novia. Te calmas, te pasas del cubata a la cerveza y todo es tu trabajo. Cuando te hacen fijo, te casas. Tienes un hijo y medio. Pagas la guardería y le llevas todos los días. El fin de semana ves el partido de tu equipo. Tu desconexión del mundo real. La única ilusión de tu vida. Pero romper el guión es romper la coherencia en tu cerebro. Es el fracaso. El no tener motivo en la vida. El guión nos da una dirección, como la religión. No cumplimentar el guión, nos lleva al camino de la amargura. A la crisis de los 30, la de los 40, la de los 50.

La crisis existencial.

Según vas cumpliendo años, ves el guión desarrollarse. Sigue una lógica biológica que te liga a él inevitablemente. Casi parece que no puedes hacer nada para evitarlo, para frenar el desarrollo y final del guión: la muerte. Y realmente no puedes. Entonces.. ¿que vas a hacer?

Comentarios

  1. tienes razon pero yo pienso que hoy en dia hay mucha gente que se sale del guion y es feliz puede que hasta mas que las que seguimos el guion como tu dices pero yo por lo menos aunque lo siga por que es asi intento montarme mi propio guion y hacer mi propia pelicula con mi vida .

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