La foto


Hace unos tres años vi esta foto en flickr. Me quedé tan impresionado que a marqué con un equis en mi mapa mental del mundo. Llevo un par de años, que por diversas razones no he podido atender la llamada. No quiero visitar la ciudad. Solo quiero ir al lugar de la foto hacia el anochecer, sonreir de oreja a oreja un rato mientras permanezco observante, para finalmente irme. Dos veranos llevo peleado con el destino, el último con el billete en la mano mientras estaba en bangkhok observando la tormenta eléctrica que anuló el vuelo y así poder finalizar mi misión y moverme a visitar otras fotos.

Creo que cuando me muera me quedaré en la tierra observando. Yendo a todos los sitios que quiero ir, ver otras cosas. Mi mente no se alimenta de comida, solo le mueve lo diferente, lo inusual. No tiene hambre, tiene curiosidad. Muchas veces en mis viajes, me gusta tomarme un café caro en el aeropuerto mientras miro a las personas pasar corriendo de un sitio a otro. La madre riñendo al niño que no haga eso, un trajeado poniendo cara de serio mientras habla por teléfono, un musulmán buscando la sala de oración, unos turistas en pantalón corto y chancletas que no han dormido en unos días.. Me pregunto donde irán. Tanta gente y tantas cosas que hacer..

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