Un día en las carreras..

Desde pequeño siempre, con mayor o menor dedicación, he practicado deporte. Tae kwon do, fútbol, baloncesto, tenis, squash, ciclismo.. Pero cuando por fín me las vi cara a cara con el deporte fue con el cross. El cross es una especialidad que me fascina. No hace falta nada. Solo ponerte a correr. No hace falta ninguna pista. Aunque pueda parecer un deporte solitario, también hay tácticas de equipo, similar a lo que pueda ser el ciclismo (parar o avivar la carrera). Participaba con un club en carreras de cross amateur.

No me acuerdo por qué me apunté. Me imagino que por la misma razón por la que hago muchas cosas. Se me enciende una luz nosedonde y lo hago. Las carreras eran através de bosques, caminos, jardines, montes.. Me daba igual ganar o no, yo solo corría. Me acuerdo la primera carrera. Acabé el último. Delante mío iba otro que no se si es que estaba medio lesionado o era también su primera carrera. Iba mitad andando mitad corriendo. Cuando llegaba a su altura se ponía a correr, y luego volvía a pararse. En estas, el público que se iba retirando ya veía que yo iba el último y me animaba. Para devolverles el favor, levantaba el brazo en agradecimiento. Consecuencia de esto, la gente me anima más. La cosa se fue de las manos y la gente me empezaba a seguir chillándome. Cuando llegué a meta, la estaban desmontando, pero parecía que era yo el que había ganado. Fue una extraña sensación.

Según fue avanzando la temporada, mis tiempos iban mejorando. Hasta la gran carrera de la temporada, en la que hice muy buena posición y tiempos. Entrenábamos 4 días a la semana, de lunes a jueves, y el sábado carrera. El viernes y domingo no te librabas, había que hacer estiramientos y ejercicios. La verdad que llega un punto que estás inconmensurable. Vas corriendo a todos los sitios, cada día vas bajando los tiempos. Pero llegó la siguiente carrera. Me acuerdo muy bien porque nevaba. Era en un campo de trigo que estaba segado y hacía pendiente. Luego saltabas por un rio en un bosquecillo y luego volvías al campo. Para todos nosotros fue el infierno. Hicimos unos tiempos desastrosos. La verdad que después de nuestro alto de temporada, todo lo que hacíamos de más nos hacía daño. Era como empezar a coger de la reserva extra del coche. Y si, llega un momento en el que haciendo deporte de competición (aunque sea amateur), empiezas a estropear el cuerpo, no a mantenerlo en forma. Y si, te recuperas y vuelves otra vez a la carga con el tiempo, pero te queda la cicatriz del final de temporada.

Tuve que dejar de correr cuando tuve que elegir entre correr y la música. Pero me dí cuenta que cuando has sido corredor lo eres toda tu vida. Te crea adicción. Tienes que practicarlo sino no te sientes tu mismo, no te sientes persona, no puedes pensar bien. Y lo sigo practicando, intentando buscar un equilibrio solo para estar en forma. Entonces no me lo planteo como una obligación, no voy todos los días, voy cuando lo necesito, un par de veces por semana cuando me lo piden las piernas.

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