El extraño caso del embarazado
Se dice que las embarazadas, cuando efectivamente lo están, tienen cara de estarlo. Que se les nota vamos. Consecuencia de que el cuerpo va adaptándose a tener que mantener dos seres vivos en vez de uno. A transmitir la energía del ente superior al pequeño ser que se aloja en su interior. Es característico, verlas más risueñas, con caprichos alimenticios y con una afinicidad hacia los niños que antes no poseían. No, no hace falta mirar a ver si tiene tripa o no (esto puede llevar a confusiones). Si esto fuese verdad, no entiendo los casos, que se dan de tiempo en tiempo, de mujeres que estaban embarazadas y "no lo sabían". Hasta que un día van al baño y aparece milagrosamente un niño.
Lo que no sabía de este estado de embarazada es que se puede contagiar de algún modo también al padre. Por lo menos en el caso de un amigo mío. Le llamo por teléfono y al rato de estar hablando oigo unos gritos. Un niño del que me dice que no sabe quien es le interrumpe de fondo varias veces reclamando su atención. Más tarde, quedamos para tomar un café. Pasamos cerca de unos niños y estos le saludan alegremente como quien saluda a un amigo. Le verán cara de embarazado, de padre y figura protectora. Y eso que cuando me contó lo del niño me imaginaba que el bebé iba a parecer más mayor que él. Pero sí, definitivamente tenía cara de embarazado.
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